La Diabetes y el permiso de conducir
Minimizar al máximo los riesgos que puedan dar lugar a accidentes automovilísticos forma parte de la constante batalla que la DGT libra de diferentes maneras para una vialidad más segura. Una de las medidas implementadas con este objetivo es la determinación del grado de limitación que algunas dolencias pueden tener en el mejor desarrollo de la conducción.
En este sentido, el código de circulación determina cuáles enfermedades o dolencias pueden comprometer la seguridad vial y en esos casos, las personas afectadas tendrán totalmente prohibido ponerse al volante de un vehículo si no presentan un informe médico favorable a la hora de obtener o renovar el carnet.
Es de todos conocido que para la obtención o renovación del carné de conducir es imprescindible superar un reconocimiento médico en el que, a través de un cuestionario, un facultativo identifica dolencias, patologías o antecedentes médicos, tanto físicos como mentales, que puedan afectar directa y negativamente la conducción.
Entre estas dolencias está la diabetes
Qué es la Diabetes
La diabetes es una dolencia que se presenta cuando el páncreas no produce suficiente insulina (la hormona que regula el nivel de azúcar o glucosa en la sangre) o cuando el organismo no puede utilizar con eficacia la que produce. Es una enfermedad crónica que puede provocar complicaciones en muchos órganos del cuerpo e incrementar el riesgo de muerte prematura, accidente cerebrovascular, ceguera, ataque cardíaco e insuficiencia renal, provocando incluso amputaciones.
Cómo afecta a la conducción
La diabetes es una enfermedad que en muchos casos, sobre todo cuando no se conoce su existencia o no es correctamente atendida, puede afectar la conducción segura pues genera:
a) Hipoglucemias, y en particular las hipoglucemias graves, con síntomas que pueden incluir desorientación y comportamiento anormal
b) Alteraciones en la visión: retinopatía, cataratas, etc. Frecuentemente puede llevar a una complicación ocular provocada por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina como consecuencia de los altos niveles de azúcar en sangre. Entre sus complicaciones más frecuentes pueden señalarse alteraciones visuales, como visión borrosa.
c) Alteraciones neuropáticas que afectan la llamada “velocidad de conducción nerviosa” que no es más que la rapidez con que el cerebro envía las señales a través de los nervios. Esta complicación es más notoria en los miembros inferiores lo que, en el caso de los conductores, puede afectar la movilidad y sensibilidad de los pies y alterar el manejo del freno, embrague o acelerador.
Síntomas
Según estadísticas médicas, alrededor de un 42% de los enfermos de diabetes en España no están diagnosticados, por lo que pueden sufrir consecuencias que afectan la conducción segura.
Los síntomas que deben alertarnos y hacernos consultar a un médico son:
a) Visión borrosa
b) Falta de energía
c) Pérdida de peso
d) Sed excesiva
e) Micción frecuente
Necesidad de ser sincero en el chequeo médico
Los diabéticos deben ser especialmente conscientes del riesgo que supone conducir en situaciones de hipoglucemia. Los pacientes que refieren episodios frecuentes de hipoglucemia deben hablar sinceramente con su médico para que éste les explique cómo actuar en estas situaciones y ser sinceros en el momento del chequeo médico para obtener el carné de conducir. Esconder la información al médico y autoridades de tráfico puede tener consecuencias graves no sólo para él, sino también para el resto de los usuarios de la vía.
No todas las situaciones de hipoglucemia interfieren de igual forma en la capacidad para conducir con seguridad. Por ejemplo, a veces las hipoglucemias aparecen solamente durante la noche o después un ejercicio físico intenso o cambios de medicación, por lo que conocer su enfermedad, estar consciente de sus riesgos y no ocultarla, permitirá estar al tanto de las limitaciones o consecuencias que la misma puede originar en la conducción y nos ayudará a realizar un adecuado ajuste del tratamiento para normalizar la situación.
Tramitar o renovar el carnet de conducir en caso de diabetes
El diagnóstico de una dolencia crónica no supone en todos los casos la incapacidad del conductor. Ello dependerá de la condición física del paciente y de la evolución de la enfermedad, por lo que su condición física deberá ser evaluada de forma periódica aunque con más frecuencia que el resto de los conductores.
En el caso de la diabetes, la DGT exige a todos los usuarios diagnosticados un certificado donde el médico que habitualmente vigila la enfermedad señale que la misma está debidamente controlada y que no existen contraindicaciones para la conducción. Sin este informe el solicitante se declarará no apto.
Cuando se cuente con este informe favorable del médico que nos atiende se dará un plazo de entre 1 y 5 años para renovar el carnet de conducir.
Consejos para un conductor diabético
a) Al más mínimo indicio de cualquiera de los síntomas asociados a esta enfermedad debe detener el coche y tomar un preparado rico en glucosa o carbohidratos.
b) Realice controles de glucemia antes de iniciar un viaje y no conduzca si sus niveles de glucosa son demasiado bajos (consulte al médico el nivel de glucemia seguro para conducir)
c) Aprenda a conocer los síntomas de hipoglucemia y evite las circunstancias que lo producen (respete horarios de descanso, comida y medicación).
d) Lleve siempre en el coche alimentos ricos en hidratos de carbono (galletas, caramelos, zumo de fruta, etc.) para en caso de que detecte que algo no va bien.
e) Extremar la precaución al conducir tras los cambios de dosis o de tratamiento hasta que no tenga controlados los niveles de glucosa en sangre.